En la fiesta no falto de nada: pasacalles, misa, procesión, tradicional visita del Santísimo al altar situado en el palacio de La Cortina, cánticos del Hinmo de la Paz y del ofrecimiento del ramo, y bailes regionales
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La Sacramental en Vidiago tiene fecha fija, el 22 de agosto, y este viernes se celebró con el entusiasmo y el gentío habitual. Hubo pasacalles, misa, procesión, tradicional visita del Santísimo al altar situado en el palacio de La Cortina, cánticos del Hinmo de la Paz y del ofrecimiento del ramo, y bailes regionales en la Bolera.
Antes de mediodía el grupo de gaitas Principado recorrió el pueblo lanzando al aire notas de asturianía. Ellos eran los hermanos peñamelleranos Vicente y Gregorio Trespalacios y el poíco Manolín Vela, que cumplía años. Presidió la misa el sacerdote ovetense Abundio Martínez Malagón, acompañado por el párroco Ignacio Pérez Perela.
Finalizada la eucaristía se formó una procesión que en recorrido circular caminó por la zona Norte de Vidiago. Abrían la marcha dos ramos, uno de rosquillas y otro de pan artesanal. Seguían medio centenar de niñas y mozas vestidas de aldeana llanisca y varios niños y varones ataviados de porruano. Por detrás aparecían ocho estandartes del los trece que duermen en la sacristía de la iglesia parroquial, y el Santísimo, bajo un palio de seis apoyos y en manos del cura Martínez Malagón.
Cerraba el cortejo el grupo Principado y un elevado número de fieles. El Santísimo realizó una parada en el palacio de La Cortina, donde aguardaban sus propietarios, los hermanos Álvaro y Lorenzo Suárez-Guanes Ybáñez, acompañados por un elevado número de miembros de su familia. A destacar la elegancia y fina estampa de Toño Castillo en el traslado del estandarte del Corazón de Jesús.
De llevar el ramo infantil se encargaron, por turnos, Víctor Cortina, Carlos Torrescano, Lucas Noriega y los hermanos Nicolás y Guillermo Andréu, mientras que el de los veteranos salió a hombros de Víctor Vibó, Ángel Martínez, Jaime Zaera y Gabriel Celorio.
La mañana se dio por concluida con una festival folclórico en el recinto de la Bolera, donde el día anterior los lugareños habían plantado la hoguera. Niños y niñas, mozos y mozas de Vidiago bailaron el Xiringüelín, el Quirosanu, la Carrasquina, las jotas de Cadavedo y el Cuera, el Xiringüelu de Naves y el Pericote.

















