Pese a la lluvia, la jornada del sábado congregó a multitud de vecinos y visitantes en los puestos de artesanía del barrio más tradicional de Infiestu
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En Piloña este sábado hubo de todo. Por haber hubo hasta lluvia en abundancia.
Pese al inconveniente del tiempo, las ganas de disfrutar del amplio programa de la 54 edición del Festival de la Avellana se impusieron entre vecinos y visitantes. Un año más, y van 18, el mercáu tradicional de Mestres fue el plato fuerte de la jornada: más de cuarenta puestos de artesanía y alimentación hicieron de las calles del pequeño barrio un lugar para perderse y disfrutar de los sabores de siempre.
La oferta gastronómica fue de lo más variada, desde elaboraciones típicas como boroña o casadielles a propuestas más innovadoras a bordo de ‘foodtrucks’. No faltaron tampoco los artículos de artesanía, como joyas, decoración o jabones. Todo ello expuesto en un mecáu como los de antes, respetando el encanto de Mestres, sus casas bajas y su hórreo.
Bajo el hórreo precisamente se ubicó un año más el chigre, en esta ocasión decorado con mensajes reivindicativos. De él colgaron sandías, símbolo de apoyo a Palestina. No solo en Mestres lucieron esos símbolos, también sobre la estatua de La Ablanera de los Jardines de la Obra Pía se vieron banderas de Palestina y otra sandía.

A lo largo del día, el mercáu organizado por la asociación cultural de Mestres contó con la animación de la Agrupación Folclórica Picos de Europa, Soi Panderetera, Circo en la Luna y La Xarangana.
Un tren se encargó de unir el barrio con el centro de Infiestu, donde también se desplegó parte del programa. En el centro de la capital piloñesa la mañana arrancó con la XXIII Vuelta Concejo de Piloña BTT y siguió con la exposición de aves y pita pita y la jornada de puertas abiertas de El Prial, centro que este 2025 celebra medio siglo de historia.
En la sede de El Prial, antiguo palacio del Marqués de Vistalegre, las visitas se repetirán este domingo para conocer desde dentro secretos y curiosidades tanto del inmueble como de la actividad que en él se desarrolla: desde FP de madera a centro de voluntariado de todo el oriente. Está además abierta al público una exposición de 286 tallas y trabajos en madera.

Ya de tarde, la nueva bolera municipal de San Cipriano acogió la final del XXXVIII Campeonato de Bolos – XI Memorial Alfonso López ‘Alfonsito’ y el santuario de La Cueva la misa ofrenda de la avellana.
Ese fruto, la emblemática ablana piloñesa, será la protagonista este domingo, día grande del Festival. A las 10 horas abrirán los puestos de venta de avellana en la plaza del Ganáu, con 47 cosecheros y más de 2.800 kilos.














