Cangas de Onís, capital quesera

El LXXXIV Concurso-Exposición de los Quesos de Picos de Europa reunió a los principales elaboradores en Cangas de Onís.

La cita -que combina sabor, cultura y tradición- volvió a demostrar que el trabajo de los pastores y la riqueza de los productos de montaña siguen vivos y se celebran con orgullo, generación tras generación.

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«Pasto, leche, queso: en ese orden», uno de los eslóganes con los que los elaboradores fueron a Cangas de Onís. | Xuan Cueto

La festividad del Pilar es, desde hace ya 84 años, sinónimo de queso en Cangas de Onís.

Pero no de cualquier queso: se trata de una cita que reúne bajo un mismo techo a todos los quesos artesanos elaborados en el Parque Nacional de los Picos de Europa.

 Lo llaman Concurso-Exposición de los Quesos de Picos, y comenzó a celebrarse a comienzos de los años 40, con la misión de poner en valor la elaboración tradicional y el pastoreo heroico que desde hace siglos se desarrolla en el Parque Nacional.

Así, desde hace ya más de 8 décadas, durante este día y en un solo paseo por la plaza canguesa se pueden probar un montón de variedades. Y, lo mejor: probarlas de la mano de sus elaboradores, que bajan cargados de piezas y de kilos a la mítica feria, poniendo lo mejor de sus majadas, sus rebaños, su esfuerzo y sus cuevas sobre las mesas.

Elaboradores de distintas variedades de queso DOP dando a probar sus productos al público | Xuan Cueto

La agradable vuelta a este mercáu de quesos permite degustar y disfrutar con variados bocados: desde el manjar de dioses que es el Gamonéu del Puertu, o su versión de los valles, el Gamonéu del Valle… pasando por el emblemático e inigualable Cabrales,  el delicioso queso de los Beyos o el sabroso Picón de Bejes-Tresviso

Cada pieza es un testimonio de la riqueza, historia y pasión que caracteriza a esta tierra de pastos altos y cuevas de montaña. Y todos estaban presentes hoy en Cangas de Onís, demostrando que, aunque con trabas, la cultura quesera y pastoril de los Picos de Europa sigue muy viva, fuerte y peleona.

La quesería L´Arbeyal, la quesería Picu´l Sella y la quesería Uberdón durante el Concurso Exposición. | Xuan Cueto

Ambiente, mercado, cata y showcooking

Ha pasado mucho tiempo desde que este Concurso-Exposición se pusiera en marcha. Sin embargo, aunque los hábitos de consumo han cambiado considerablemente a lo largo de los años, los quesos de los Picos de Europa no pierden fuerza y siguen teniendo tirón: tanto el tirón de quienes los elaboran, como el tirón de quienes los disfrutan, con gozo y deleite.

Hoy, todos ellos (amantes de los quesos y elaboradores) se dieron cita en la plaza Camila Beceña, donde cerca de medio centenar de elaboradores ofrecieron la cata de su arte( y venta directa) a los centenares y centenares de visitantes que recorrieron los puestos durante toda la jornada.

Pero en la carpa no sólo había queso: también había miel. Elaborada en la comarca. Y es que desde hace más de 3 décadas la ciudad también acoge la Feria de la Miel, poniendo ambos productos en un escenario conjunto. El objetivo, el mismo que con los quesos: poner en valor a los apicultores, un oficio que corre riesgo de desaparecer por la falta de relevo generacional y amenazas como la avispa velutina.

El producto a mostrar, también especial y único: con propiedades beneficiosas para la salud y la piel, además de ser un maridaje perfecto para con los quesos.

Con todo, desde primera hora de la mañana la ciudad de Cangas de Onís estuvo llena hasta la bandera: largas caravanas de coches para poder entrar y un día de sol espléndido, que invitaba a salir y disfrutar de la cita.

A mediodía, el ambiente estaba en su máximo apogeo: el jurado reunido, la plaza llena de gente, la música de la Banda de Gaitas y el aroma inconfundible de los quesos bailando por toda la plaza.

Uno de los momentos más esperados fue el showcooking “El quesu Gamonéu en la cocina”, organizado por la DOP Quesu Gamonéu. La intención de la muestra era dar ideas para incorporar este sabroso bocado a platos cotidianos o sencillos, sin perder su esencia artesanal. Una demostración de cocina que, además de curiosidad, despertó el apetito de todos los asistentes con sugerentes propuestas.

Lluis Nel Estrada durante el showcooking con quesu Gamonéu | Xuan Cueto

Entre todas las variedades presentes, el Gamonéu (elaborado en los concejos de Cangas de Onís y Onís)  volvió a destacar como uno de los quesos más esperados, con presencia especial en la cata-maridaje y las demostraciones de cocina.
El año pasado, la variedad del Puertu alcanzó un precio de 52 euros el kilo, y en esta edición se vendió a 53 euros, reflejo de la calidad y del esfuerzo que conlleva su elaboración en los puertos más altos del Parque Nacional.

A las 12:30 comenzó una deliciosa cata-maridaje de quesos y vinos, también organizada por la DOP Quesu Gamonéu en colaboración con la DOP Vino de Cangas del Narcea.
El resultado fue todo un encuentro de sabores que confirmó aquello que dice el refrán: “vino y queso sabe a beso”.

Mientras tanto, los auténticos protagonistas de la jornada, los elaboradores, se afanaban en atender al numeroso público, vaciando con soltura los kilos de queso llevados hasta Cangas.

Además, había ciertos nervios: los premios repartidos por el jurado reconocen la calidad de sus productos, pero también su labor hercúlea como pastores y guardianes de una tradición cultural y gastronómica de siglos. Muchos son nietos, bisnietos o tataranietos de pastores y queseros que ya tenían abuelos trabajando en las majadas de los Picos de Europa. Entre todos, pusieron a la venta muchos más de 2000 kilos de queso: una cifra que se dice pronto pero no por ello deja de ser impresionante y magnánima.  

Entrega de premios y cierre

A la 13:30 comenzó el momento más esperado: la entrega de premios, un reconocimiento básico para dar voz, protagonismo y valor a quienes mantienen viva la cultura quesera de los Picos de Europa.

Pero antes de proceder al reparto de galardones, se hizo un sentido homenaje a la Quesería La Collada, de Cirieñu (Amieva), una de las más emblemáticas en la elaboración del queso de los Beyos. Este año, tras muchos de actividad, la quesería ha cerrado sus puertas, y el reconocimiento llegó como un agradecimiento a toda una vida dedicada al oficio y a la preservación de un queso único, para el que, lamentablemente, apenas queda relevo generacional.
En esta edición, de hecho, solo un productor representó a esta variedad en el certamen.
La familia de La Collada recibió una placa conmemorativa entre aplausos de compañeros y público, en un momento especialmente emotivo que precedió al anuncio de los premiados.

Por cada variedad presentada se repartieron tres galardones, reconociendo la labor extraordinaria de todos los productores.

Así, la gloria en esta edición en la variedad Gamonéu del Puertu fue para la Quesería Gumartini, que repite triunfo tras su victoria del pasado año.
Se trata de un queso muy especial, elaborado de manera artesanal en la majada Gumartini, en lo más alto de los Picos de Europa, y curado con esmero en una cueva natural en Teón, donde adquiere su sabor profundo y su característico tono ahumado.
El galardón fue entregado por la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, y el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro.
El segundo puesto recayó en la Quesería de Enrique Remis y Pilar Amieva, y el tercero en la Quesería Uberdón.

Covadonga Fernández, de la quesería Gumartini, junto a Gimena Llamedo y José Manuel González Castro.| Xuan Cueto

En cuanto al Gamonéu del Valle, el triunfo fue para la Quesería Demués (un premio que entregó la presidenta de la DOP Gamonéu, Graciela Valle Fernández). La segunda y tercera posición fueron para la Quesería Priena y la Quesería L’Arbeyal, respectivamente.

Otro de los grandes protagonistas de la jornada fue el queso de Cabrales: alcanzó un precio de 45 euros el kilo y de los 9 productores que bajaron hasta Cangas para participar, el producto más valorado por el jurado fue el presentado por la quesería Ángel Díaz-Herrero, de Tielve. Un queso que también resultó ganador en la última edición del Certamen del queso Cabrales. Seguido muy de cerca, en segundo puesto quedó el Cabrales de la quesería Valfriu y en tercer lugar la quesería Juan José Bada Herrero

En la variedad Picón Bejes-Tresviso, el primer premio fue para la Quesería Ándara, el segundo para la Quesería Río Corvera, y el tercero para la Quesería Javier Campo.

También se repartieron galardones para los quesucos de Liébana, con victoria para la Quesería Peñasagra, seguida de la Quesería Alles.
En el apartado de Beyos, el reconocimiento fue para la Quesería Picu’l Sella: la única que queda ya abierta elaborando este queso artesanal y ancestral, procedente de los puertos de montaña de los concejos de Ponga, Amieva y Oseja de Sajambre. 

Por su parte, la XXXVIII Feria de la Miel de los Picos de Europa también tuvo su espacio de reconocimiento.
El primer premio fue para Miel Inmaculada, seguida de José Francisco Bulnes Teleña y Manuel Allende Nieda, completando un podio que refleja la calidad de un oficio que resiste pese a las dificultades.

Entre aplausos y felicitaciones, los productores celebraron su reconocimiento mientras los visitantes seguían recorriendo los puestos, comentando sabores y compartiendo impresiones.
Con la música de la Banda de Gaitas de Cangas de Onís y el bullicio de la plaza, la jornada llegó a su fin, reafirmando a Cangas de Onís como capital quesera de los Picos de Europa.

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