La patrona de la marinería embarcó en el ‘Nuevo Mar Azul’ y procesionó por el Cantábrico escoltada por más de una veintena de barcos
Tiempo de lectura: 3 minutos
La Virgen de Guía tiene reservado un lugar especial en el corazón de Ribadesella, villa marinera donde se venera a la advocación de María como patrona de las gentes de la mar.
Esa devoción cobra vida cada año durante el día grande de las fiestas en honor a la Virgen, celebrado este domingo con una multitudinaria procesión por tierra y mar acompañada por decenas de mozos ataviados de marineros y mozas de rederas y por la banda de gaitas Picos de Europa-DOP Cabrales, dirigida por Héctro Braga.
Tras la procesión nocturna de la víspera, consistente en el traslado de la imagen desde su ermita hasta la iglesia, en el templo parroquial arrancó de nuevo la celebración al filo del mediodía.
La misa oficiada por el párroco José Ramón Fernández dio inicio a los actos, marcados este año por las exigencias de la mar. Debido a las mareas, la procesión marítima se celebró a la una, en lugar de durante la tarde como en otras ocasiones.
Así, tras la eucaristía y la breve marcha hasta el muelle, la Virgen de Guía embarcó en el ‘Nuevo Mar Azul’, capitaneado por Emilio Peñil. Durante la salea, la patrona de la marinería marchó escoltada por más de una veintena de barcos pesqueros y embarcaciones deportivas, que se adentraron en el Cantábrico para proceder a uno de los momentos más emotivos: la ofrenda floral en recuerdo a los marineros fallecidos, realizada por el párroco y el alcalde de Ribadesella, Paulo García.
Ante la atenta mirada de quienes disfrutaban en la playa de Santa Marina de la jornada dominical, la comitiva regresó al puerto para completar el tercero de los actos. Consiste ese final de fiesta en la subida a la ermita de Guía, en lo alto del monte Corberu. Allí, los fieles se despidieron con la tradición de coger flores del lecho de la Virgen para entregárselas a un ser querido.
En su pequeño templo, con vistas a la villa marinera que protege y al Cantábrico, la Virgen de Guía aguarda ya por el próximo año.






















































