Los Carriles no falla a San Julián

Hace apenas tres semanas peligraba la fiesta por ausencia de voluntarios para formar la comisión, pero un sexteto de vecinos dieron un paso adelante para no perder la tradición

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Procesión por las calles de Los Carriles. | Guillermo Fernández

En Los Carriles homenajearon este sábado a San Julián, patrón de la parroquia, con un programa matinal de actos que incluía traslado del ramo en desfile folclórico, misa, procesión, bailes y danza prima. Hace apenas tres semanas peligraba la fiesta por ausencia de voluntarios para formar la comisión y ante la cercanía de un festejo que siempre se celebra el primer sábado de agosto, un sexteto de vecinos dieron un paso adelante para no perder la tradición. Ellos son Maira Alonso, Yoli Quesada, Natalia Ruenes, Lolo Piquero, Nayo Tarno y Ramón Gutiérrez.

Desde el barrio de El Corral de Abaju, a mediodía, se puso en marcha la comitiva folclórica encabezada por el gaitero Santi Galguera y el tamboritero Ángel Rey. Seguía un ramo de pan dulce a hombros, por turnos, de Irene Ben, Adrián Castilla y Nel Fernández, y otro de pan artesanal trasladado por Roberto Cuanda, Iván Gutiérrez, Manuel Fernández y Antonio Gutiérrez. Cinco hombres vestidos de porruano y tres decenas de mujeres ataviadas de aldeana llanisca cerraban la comitiva cantando y batiendo sus panderetas al compás de un tambor en manos de Elena Alonso Vela. Los ramos eran una ofrenda de la familia de Carmín Queipo, nacida en Los Carriles, hija de maestra y residente desde hace décadas en la ciudad francesa de Grenoble, donde ejerce como profesora de Lengua y Literatura.

A continuación se celebró la misa oficiada por el sacerdote Domingo González. Tras la función religiosa se formó una procesión desde el templo hasta la pequeña rotonda que canaliza la salida del pueblo hacia Cardoso o Rales. Vecindario, turistas y curiosos finiquitaron la mañana bajo una carpa donde cantaron el ofrecimiento de los ramos, refrescaron el gaznate, participaron en bailes espontáneos y formaron una concurrida danza prima.

Fue entonces cuando José del Río me presentó a la ‘francesa’ Carmín Queipo, quien valoró que «las fiestas de Llanes deberían ser consideradas de interés cultural, no turístico». Para Queipo, «los cánticos del ramo encajan en la lírica paralelística, muy antigua y documentada en los siglos XI y XII». Por esa línea valoró que «en la actualidad se está produciendo en toda Europa un retorno a la tradición de la lírica antigua». «Es aquí donde tenemos un tesoro patrimonial», matizó. Para Carmín «la fiesta, tal como la conocemos, tiene una antigua tradición cultural, prerromana, que está muy bien documentada en la pintura flamenca de los siglos XIV y XV». Incluso apuntó Queipo a que la fiesta «es la repetición de tres ritos: El ramo, símbolo femenino que preparan exclusivamente las mujeres el atardecer de la víspera; la hoguera, símbolo masculino que se traslada a hombros y planta en la plaza principal del pueblo, y la danza, un baile de todo el vecindario con los brazos entrelazados, lo que representa la cohesión del pueblo y la afirmación de su identidad».

La mañana fue calurosa y a Los Carriles llegó muchísima gente por carretera lo que trajo aparejada la presencia de demasiados coches amontonados en los aledaños de la iglesia. Es lo que hay, lo que toca, aunque para próximas ediciones habría que estudiar una alternativa para aparcar en multitud de fincas vacías. Me pareció entrañable y divertida la fiesta de San Julián, un acontecimiento que acerca a muchas personas que difícilmente se encuentran a lo largo del año. Enhorabuena al sexteto de la comisión.

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