Una multitudinaria comitiva recorre las calles de Arriondas hasta el puente, donde el cantautor de Mieres entona el pregón con su inconfundible voz
Tiempo de lectura: 2 minutosEl desfile inundó las calles de Arriondas de folixa y colorido. | Fotos: Xuan Cueto
Con el desfile por Arriondas dio inicio un día de Les Piragües para la historia. En la capital parraguesa los grupos participantes comenzaron a tomar sus puestos desde primera hora de la mañana, dispuestos a hacer vibrar al multitudinario público de la gran fiesta de Asturias, un evento singular por aunar deporte y folixa y el único declarado de interés internacional de toda la región.
Por la avenida principal de la villa marcharon como es tradición las peñas que cada año dinamizan el desfile, cada una procedente de un concejo ribereño: Los Tritones de Piloña, los Selleros de Arriondas, Entaína Ribeseya y Los Botijos de Cangas de Onís. No faltaron delegaciones de Ponga y Coya, muy vinculados al Sella y su Descenso; el Regimiento de Infantería Príncipe Número 3, bandas de gaitas y un sinfín de fieles a la fiesta.
Un derroche de colorido y folixa inundó la arteria principal de la capital parraguesa rumbo al puente Emilio Llamedo, punto de salida del Descenso Internacional. Allí llegó al filo del mediodía uno de los momentos más emotivos y esperados, la lectura del pregón en verso ideado por Dionisio de la Huerta, entonado en esta 86 edición por un emocionado Víctor Manuel, quien comenzó deseando larga vida al Sella y “salud y trabajo para todos”. Siguió el cantautor de Mieres acompañando con su inconfundible voz al ‘Asturias, patria querida’, coreado por las miles de personas congregadas a la orilla del río.