La asociación El Perru de San Roque rinde homenaje a Severina Enterría Domínguez y Angelina Cordero Cerezo
Tiempo de lectura: 3 minutos
En apenas dos horas, la Asociación El Perru de San Roque, colectivo que defiende los intereses de la localidad llanisca de San Roque del Acebal, promovió este sábado tres actos entrañables. En El Lavaderu se descubrió una placa a la memoria de Severina Enterría Domínguez; en la Casa de Concejo se celebró un acto para recordar a la vecina Angelina Cordero Cerezo, fallecida en 2018 a la edad de 41 años, y en la Escuela se conmemoraron los treinta años de su inauguración, que tuvo lugar el 26 de octubre de 1995.
A las once de la mañana, el cantero local Juan Antonio Noriega Díaz ultimaba la colocación de la placa en recuerdo de Severina. Estaban presentes su esposo, Enrique Fernández; sus dos hijos, Nuria y Enrique, y su nieto Enrique Jr. Hizo uso de la palabra Germán Abad, presidente del colectivo, para poner en valor cinco rasgos a destacar en la homenajeada: «Colaboración, personalidad, trabajo, sensibilidad y generosidad». También argumentó que «para Severina el trabajo no era una carga, sino una satisfacción». Del acto destacó que tenía como objetivo «preservar su legado, su nombre y su condición humana».
La comitiva se desplazó después hasta la Casa de Concejo para recordar a Angelina Cordero Cerezo. Allí esperaban sus padres, su esposo y su joven vástago, a quienes se les hizo entrega de una fotografía de gran tamaño que tiene como protagonista a una jovial Angelina sentada en una frondosa pradería. Nuevamente intervino Germán Abad, quien matizó que «emprendimiento, impulso y entusiasmo son las mejores palabras para valorar la herencia que nos dejó Angelina». No dudó en felicitar a los familiares presentes «por haber podido disfrutar de una persona como Angelina».
En un breve paseo, el cada vez más compacto grupo humano llegó al edificio de la Escuela, inaugurado hace treinta años. Allí los recibió Daniel Fernández Montes, director del CRA Llanes número dos, quien se encontraba acompañado por Manuel Miguel Amieva, el que fuera alcalde de Llanes en 1995, fecha de la inauguración. CRA significa Centro Rural Agrupado y del número dos forman parte alumnos de San Roque del Acebal, Vidiago, Cue y Poo.
A la convocatoria acudieron antiguos profesores, como la llanisca Paz Domínguez Sousa, quien recordó haber tenido a «33 alumnos en el aula». En un espacio cubierto con salida exterior se habían colgado, a modo de tendal, cerca de un centenar de fotografías para evocar el paso de un buen número de alumnos por las diferentes escuelas que tuvo el pueblo. La primera que se recuerda en 1781, en el pórtico de la Malatería de San Lázaro, con Manuel de la Llera Moro como primer profesor.
Manuel Amieva, el regidor llanisco de hace seis lustros, detalló que la Escuela de San Roque del Acebal se había levantado con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, porque en 1995 las competencias en materia de Educación no estaban transferidas al Principado. Nombró a Antonio Trevín y a Alfredo Pérez Rubalcaba como las personas que con mayor tesón y eficacia habían trabajado en la conquista escolar.
La jornada matinal concluyó con un pincheo comunitario.









