Tras pasar por Soria, Sigüenza, Pamplona y Madrid en los últimos ocho años, Presura, la feria nacional para la repoblación de la España rural, llega por primera vez a Asturias para celebrar su novena edición. Será del 3 al 5 de octubre en el Pozo Sotón, en San Martín del Rey Aurelio, y aunque la cita sea a cinco meses vista, lo singular de este evento «de referencia nacional e internacional» es que ya está en marcha. Y lo está además sobre el terreno, con un recorrido que ha comenzado por concejos del interior del oriente y que continuará este verano hacia el occidente.

Detrás de la «promoción itinerante» que trata de acercar la feria a sus auténticos protagonistas, los vecinos de la zona rural, está el Heraldo de Presura, una figura que encarna Juan José Asensio González. Fotógrafo y activista burgalés, fue alcalde de Valle de Zamanzas entre 2015 y 2019, una combinación de facetas que le hacen saber por dónde pisa y cómo llegar a quienes habitualmente se olvida, incluso en los acontecimientos teóricamente pensados para ellos.

Si le ven por su pueblo, las presentaciones están hechas. Es el Heraldo de Presura.

-¿Qué es Presura? 

Es la feria nacional para la repoblación de la España rural. Nace hace ya diez años en Soria porque es el epicentro de la despoblación rural. 

La entidad El Hueco, la Fundación Oxígeno de Burgos, veníamos viendo que hay un problema de despoblación en esas provincias, sobre todo en Soria, donde muchas poblaciones prácticamente ya no tienen habitantes o son gente muy mayor. Había que mostrar aquellas cosas que se estaban haciendo bien en el medio rural y llevar el debate de la despoblación a la política.  

No se hablaba del medio rural en los medios nacionales. Parecía que no ocurría nunca nada en el medio rural, porque no salía en la tele a nivel nacional. A partir de la primera feria se empezó a poner el foco, sobre todo porque se terminó invitando a personalidades políticas del momento.  

Terminó ocurriendo que en el 2019 hubo la gran manifestación en Madrid, en la cual se pedía más colaboración por parte de la administración a nivel nacional.  Y yo creo que la feria fue como ese motor inicial que generó ese debate de la despoblación.  

Lo que siempre se ha intentado en la feria es hablar de que hay opciones para irse a vivir al medio rural. Y por eso el empeño nuestro es, en todo momento, decir que allí no se va a llorar, allí se va a cargar las pilas y a ver que lo que está ocurriendo en el medio rural merece la pena conocerlo y trasladarlo a otros lugares.   

Este año venimos a Asturias con el fin de mostrar lo que aquí está ocurriendo y la verdad que yo, con lo que me he ido encontrando hasta el momento, estoy encantado.  

-¿Cuál es la experiencia de esos territorios donde ya se ha celebrado la feria? ¿Sirve como revulsivo para creérselo?  

Sirve como bastante revulsivo.  

 De hecho, cuando estuvimos en Castilla-La Mancha ocurrió que al año siguiente la comunidad aprobó la ley contra la despoblación. Sirve para abrir un debate, para que se plantee que hay un problema en el medio rural y que las administraciones tienen que entrar. 

Cuando estuvimos en Pamplona se activó un grupo de jóvenes, que es lo que llamamos el G50, también con el fin de incidir en que los jóvenes son el futuro en el medio rural. Lo estamos haciendo ahora aquí en Asturias con el G30, treinta jóvenes que están poniendo en marcha proyectos en el medio rural. Lo que intentamos es conseguir que ese debate ocurra continuamente, no solo en el momento de la feria, sino en el previo y en el posterior. 

-Un debate además no desde lo negativo, como caló durante tantos años; sino desde un discurso positivo. 

Ese es el gran, no problema, pero sí la gran discusión. Cuando vamos a cualquier lugar, lo primero cuando hablas con la gente es ese sentimiento negativo, de que aquí la gente se va a marchar, aquí no va a quedar nadie. 

Y dices, no. Tenemos que combatir. La idea de venir a todos estos lugares, visitarlos, no es solo visibilizarlos, sino también darles un empuje de decir, ‘lo estás haciendo bien, merece la pena descubrir lo que estás haciendo, sigue así, porque lo que tú haces lo pueden hacer en otro lugar y puede funcionar de la misma manera que está funcionando lo tuyo’.  

Sí, lo que queremos es dar un mensaje positivo, una idea de que en el medio rural se puede vivir y se puede vivir incluso mejor que en una ciudad.  

-El problema de la vivienda lo es en las ciudades, pero también es en la zona rural, con la paradoja de que las casas estén vacías. 

El acceso de la vivienda hoy en día, sobre todo para los jóvenes, es un problema en todos los lugares. 

En el medio rural se agrava porque normalmente son casas muy grandes que requieren mucha inversión, ya no solo en la compra, sino en los arreglos. Tendría que haber planes a nivel nacional, porque sí que estamos viendo que hay alguna provincia que está poniendo algún plan muy concreto para trasladarse al medio rural, que está trabajando sobre temas de vivienda, de alquileres, de arreglos; pero no son suficientes. 

Tendría que haber más ayudas, sobre todo para el medio rural.  

-El empleo es otro de los problemas. ¿Observáis que en la zona rural se está innovando porque quien se quiere quedar tiene que hacerlo para poder trabajar? 

 El problema muchas veces es poner en marcha. Eso es lo que observamos en el medio rural con diferentes programas con los que estamos colaborando, tanto a nivel europeo como en la feria.  

Mucha gente sabe de lo suyo, no tienen que saber de todo. Pero cuando vas a poner un negocio en marcha parece que tienes que saber de todo, de administración, de contabilidad… Parece que tienes que intentar hacer todos los pasos, que está bien y hay gente que lo está haciendo, pero falta que se pueda ayudar a esa otra gente. 

No vale con el kit digital y hacer una página web, que está muy bien. Tal vez habría que intentar llegar a más procesos para que esos negocios fueran innovadores en toda regla. Yo creo que poco a poco e insistiendo se puede conseguir. Por ejemplo, en estos programas que estamos trabajando, el G30 o el G50, en lo que estamos incidiendo es en esas personas jóvenes que hoy en día ya están más preparadas, que vienen con otra idea y otra visión. 

 -A veces no es todo dinero. Es voluntad, facilitar trámites en la administración…  

La mayoría de las veces lo que la gente pide es cómo me puedes ayudar para que yo consiga echarlo adelante. Tendría que haber esos agentes facilitadores que ayudaran.  

-En tu papel como heraldo llevas unas semanas recorriendo la zona del oriente. ¿Qué te estás encontrando y qué te sorprende?  

Lo que me voy encontrando es variado, muy variado. Y la verdad que me he encontrado a gente que se ha trasladado desde las ciudades al medio rural y desde lugares muy recónditos. Desde México, pasando por Madrid, Almería…Allí donde he ido me han abierto las puertas excepcionalmente, me han facilitado todo.  

En el medio rural se te recibe de otra manera. Te dejan hablar. Me están dejando hablar y eso me ayuda mucho porque cuento todo este proyecto, lo que llevamos haciendo, lo que pretendemos hacer.  

Vine a puerta fría prácticamente, con un par de contactos. Y a partir de ahí pude ir sacando. ‘Pues vete a ver a este, pues vete a ver al otro’. Me está ayudando mucho la gente. 

-Es un acto revolucionario ir en persona a los sitios, recuperar en el siglo XXI una figura de la Edad Media como el heraldo. 

Exacto. Esa era un poco la idea. Siempre hemos hecho cosas muy extrañas, la verdad. (Risas) 

En ediciones anteriores íbamos con un autobús, un autobús de línea local que retiraron de Burgos y lo llevábamos a los pueblos. Y ahí intentábamos abrir un debate. Pero el autobús, después de 30 años moviéndose, murió. Entonces, cuando tocaba venir a Asturias, planteamos que había que hacer otra cosa. Otro previo de la feria. Y yo entonces dije, ‘pues había estado haciendo una actividad que había funcionado muy bien cuando yo era alcalde y demás…’. Y lo propuse. 

Y a partir de ahí desarrollamos este personaje que iba contando esas noticias que ocurrían y era la forma de llegar al medio rural. No vale con hacer una presentación, yo que sé, en Oviedo, en Gijón… No vale. Porque no termina llegando a la gente. Hay que ir al medio rural y decir, ‘oye, esto va a ocurrir del 3 al 5 de octubre en el Pozo Sotón. Y te queremos ver allí’. Porque los protagonistas tienen que ser ellos. 

La idea ha sido empezar desde la zona sur de Asturias. Entonces empecé por Peñamellera Baja, Peñamellera Alta, estuve en Cabrales, en Piloña… Y la idea es entre junio y julio ir hacia la zona de Narcea e Ibias. 

Los que están en la montaña son verdaderos valientes, yo creo que hay que mostrarlo y por eso me interesaba mucho empezar por la zona sur.  

-Tú que fuiste alcalde y estás viendo alcaldes en este recorrido, ¿los problemas son similares en toda España?  

Los problemas son exactamente los mismos. Los que yo observé cuando era alcalde son los mismos que vemos aquí en Asturias o que seguramente veamos en otros lugares.   

-¿Cómo convence el heraldo para ir a Presura?  

Cualquier negocio que venda algo, que tenga algo incluso un proyecto para mostrar, tienen un stand gratuito en la feria porque la Fundación Caja Rural se ha encargado de que todo puesto asturiano sea gratuito. Tienen la opción de poder mostrar lo que están haciendo en el medio rural a todas las personas que pasen por la feria. Hay que intentar mostrar lo que uno hace y estar orgulloso, mostrar que estás orgulloso de vivir en el medio rural.  

También es importante el hecho de que las personas puedan estar allí, puedan dar su opinión, puedan participar en un debate, puedan levantar la mano y decir ‘yo estoy en no sé dónde y a día de hoy me falta esto o no tengo esto’. Allí tienen esa oportunidad que igual en otro momento no va a ocurrir. 

Veo que ahora se están movilizando los profesores, y la verdad que hay una movilización muy potente. Pero el medio rural como tal parece que no nos movilizamos, cada uno tiene sus problemas muy concretos, y no empastamos para conseguir decir que también hay muchos problemas, no sólo de transporte, no sólo de vivienda, no sólo de trabajo. Hay otros muchos problemas que influyen en que no se pueda terminar viviendo en el medio rural, emprendiendo en el medio rural, y haciendo un modo de vida en el medio rural. 

-Quizás falte la sensación de pertenencia. Los profesores saben que son un grupo, pero alguien de Cabrales quizás no sepa que al de Cangas de Narcea… 

Le pasa lo mismo, sí. 

Las redes que se crean son otra de las cosas en las que incido mucho para que estén en la feria Presura. Van a conocer a mucha gente haciendo cosas en el medio rural. De otra manera no tendrían la oportunidad de verse y conocerse porque al final no te mueves continuamente por toda la comunidad. Se trata de que se sientan grupo, que sientan esa pertenencia y ese orgullo de ser del medio rural.