Quintana planta una hoguera de 36 metros en honor a Santolaya

Es la última plantación del año en el concejo de Llanes. De animar la ocasión se encargaron Julián Herrero y Paco Cue, gaitero y tamboritero, y las mozas del pueblo, al contrapunto de un tambor en manos de Yaiza Pérez López, entonaron las tradicionales coplas

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La hoguera de Quintana, la última del año en Llanes, alcanzó los 36 metros. | Guillermo Fernández

Los vecinos de la localidad llanisca de Quintana iniciaron en la jornada del viernes sus fiestas en honor a Santa Eulalia, conocida en el pueblo y el concejo como Santolaya. Los simpatizantes se reunieron en una parrillada para 280 comensales, plantaron una vistosa hoguera dirigidos por ‘El Carialu’, dieron buena cuenta de un amagüestu de castañas y bailaron hasta bien entrada la madrugada con la música de tres orquestas.

A las nueve de la mañana, mozas y mozos abandonaron el pueblo para talar la hoguera, un eucalipto de 36 metros abatido en el monte de La Jesuca, lugar perteneciente a la Mañanga de Balmori. Superado el mediodía, bajo una carpa de 750 metros cuadrados, disfrutaron de una comida comunitaria a base de costillas de cerdo, chorizos criollos, empanada, tortilla española y chorizos a la sidra, para rematar con un postre tradicional como es el arroz con leche. El precio del menú, que incluía bebida, era de quince euros y gratuito para niños menores de 10 años.

Como a las seis de la tarde ya es de noche, la plantación de la hoguera comenzó un par de horas antes. La estrechez del lugar, la falta de medios materiales y la renuncia de bastantes hombros y brazos varoniles, hizo posible que faltase muy poco tiempo para que se pusiera en marcha el encendido eléctrico. De animar la plantación se encargaron Julián Herrero y Paco Cue, gaitero y tamboritero, respectivamente, llegados desde Balmori. Las mozas del pueblo, al contrapunto de un tambor en manos de Yaiza Pérez López, entonaron las tradicionales coplas de un rito pagano que nos traslada veinte siglos atrás. Un rito que la Iglesia no dudó en apadrinar.

La hoguera de Quintana es la última que se planta en el concejo de Llanes cada año. Los actos resultaron brillantes y la presencia humana andaría por el medio millar de personas. Era fácil identificar a los simpatizantes porque vestían sudaderas de color ‘rosa bebé’, de las que la comisión de festejos vendió 180 prendas, a veinte euros la pieza bajo encargo previo. Señalar, finalmente, que de la entusiasta comisión forman parte Sara Díaz Inguanzo, Ramón Pérez Pría ‘El Carialu’ y Marcos Pérez Vega.

El programa matinal del sábado, día grande, incluye traslado de los ramos, misa, procesión, subasta de los panes y festival folclórico. Los niños bailarán la Jota de Leitariegos y el Xiringüelín, mientras que los mayores interpretarán las jotas del Cuera y Cadavedo, el Xiringüelu de Naves y el Pericote.

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