En 1934 asumió el título oficioso de Pueblo Ejemplar por sus avances en «cultura, urbanismo, recreo y salubridad». Y en 2005 se alzó, de forma oficial, con el galardón a Pueblo Ejemplar de Asturias
Tiempo de lectura: 4 minutosLa localidad llanisca de Porrúa fue reconocida en 2005 como Pueblo Ejemplar de Asturias, un título que el pueblo ya se había concedido a sí mismo con fecha 21 de julio de 1934. Ese año se trasladó la fiesta de los santos Justo y Pastor a fecha de domingo, concretamente al 12 de agosto, y se inauguró la urbanización de la explanada en el lugar donde se hallaba una insalubre laguna que había sido desecada. La plazoleta se convirtió en hermoso parque en el que se levantó un templete para la música que se estrenó, precisamente, el día de los Santinos. Hasta entonces, la fecha reservada para homenajear a Justo y Pastor era el día que tocaba, el 6 de agosto.
La localidad asumió en 1934 el título oficioso de Ejemplar por ser «el primer pueblo del concejo de Llanes que cuenta con ventajas de la vida moderna como cultura, urbanismo, recreo y salubridad». Eso sí, confirmaban que se habían enriquecido en los anteriores aspectos «merced al trabajo de los emigrantes, porruanos que piensan tanto en el lugar que los vio nacer como en sí mismos».
Cuatro eran las realizaciones que Porrúa presumía haber conseguido «sin tutelas oficiales y sin necesidad de subvenciones del Estado, la Diputación o el Ayuntamiento». Éstas eran:
- Haber desecado una laguna en el centro del pueblo que representaba un peligro para la salud pública.
- Haber finiquitado la traída de aguas saludables y su embalse en un depósito
- Haber levantado un modélico edificio con destino a escuela pública.
- Haber edificado un Casino, una sociedad de recreo vigorosa e independiente. De cara a futuro reclamaban a la Diputación, por ser el organismo competente, que «se ponga en las condiciones debidas el camino que une Porrúa y Celorio y que pase al catálogo de carretera provincial», detallaban.
Para organizar la fiesta de los Santinos del domingo 12 de agosto de 1934 se formó una comisión paritaria de seis miembros: Armantina Villar, Luisa Romano, María Lorenzo, Juan Haces y los hermanos Joaquín y Gabriel Sordo. Aquel domingo amaneció soleado y al pueblo llegaron incontables coches venidos de todos los pueblos del municipio y concejos limítrofes. A las 10 horas llegó la banda de música de Villaviciosa, dirigida por Ramón Alonso, que recorrió el pueblo, barrio por barrio, en animado pasacalles. Una hora más tarde salía la procesión, con ramo y banda de música. Al llegar al Parque se realizó una parada para entonar unas coplas escritas para la ocasión. De predicar la misa se encargó Aurelio Martínez, de la Orden se San Agustín.
Finalmente, ataviadas de aldeana llanisca, niñas y mozas entonaron las coplas del ofrecimiento del ramo. A las 16 horas se inauguró la obra del Parque y su templete erigido en el llamado parque de La Corrada, obra proyectada por el arquitecto Joaquín Ortiz. El kiosko estaba rodeado, y así permanece, por dos anillos concéntricos de 32 plátanos: Veinte árboles en el exterior y doce en el interior.
Después de haber transcurrido 90 años, la plaza allí sigue y en modo multiusos: Para la Muestra de Vacas Casinas, el Mercáu Medieval de Porrúa, la feria de Santa Margarita y la fiesta de los Santinos.