Relatidos: un viaje con los habitantes a las entrañas de los pueblos

La app creada en Jaén para ofrecer un turismo «basado en historias y sentimientos» crece y lo hace por Asturias. Las narraciones las ponen vecinos de Cabrales gracias a la alianza entre jóvenes rurales y emprendedores

Tiempo de lectura: 8 minutos
Jóvenes utilizando la app de Relatidos. | Relatidos

Cabra del Santo Cristo y Cabrales comparten raíz en lo semántico y en lo rural. Aunque los separan en lo físico 880 km, los unen en lo inmaterial las vidas de quienes los habitan, vidas que en lo esencial no son tan dispares en los pueblos de Andalucía o de Asturias.  

Ya sea a los pies de la Sierra Mágina como es el caso del municipio jienense o de los Picos de Europa como en el concejo asturiano, las historias de esas vidas tratan de un pasado de emigración, de guerra civil, del trabajo de la tierra… Hoy los pueblos comparten otra realidad más, la de la despoblación.  

Pero más allá del pasado, de los dramas y de las incertidumbres, comparten también motivos para la esperanza. Existe esperanza porque existen ideas y jóvenes que suplen las escasas cifras de población de su grupo de edad con mucha implicación, amor por lo suyo y capacidad para innovar y emprender desde el medio rural, donde quieren quedarse. 

Algunos de esos jóvenes se han unido en Jaén y en Asturias para dar vida a un proyecto que aúna tecnología, turismo, historia, patrimonio…Un equilibrio de modernidad y tradición que lleva por nombre Relatidos. Su expansión, desde el pueblo y sin perder el alma, acaba de comenzar: suena ya en programas de ‘prime time’ televisivo como La Revuelta, en diarios como El País o en radios nacionales como Cope.   

A Asturias, Relatidos ha llegado por Cabrales, concretamente por el pueblo de Poo. 

Turismo «auténtico y responsable»

Definir qué es Relatidos haciendo honor a todo lo que realmente es no resulta fácil. La respuesta sencilla es una aplicación móvil, algo así como una audioguía de las que se descargan cuando se visita, por ejemplo, un monumento.  

Hasta ahí la respuesta simple, porque Relatidos en una app que, como sus propios creadores explican, «ofrece una experiencia turística en zonas afectadas por la despoblación rural».  

La aplicación móvil contiene «historias, leyendas y testimonios» contadas por los propios habitantes de los pueblos, narraciones orales en formato de audios cortos y situadas en lugares concretos de la localidad, con sus correspondientes ubicaciones en un mapa.  

App de Relatidos. | Relatidos

«A través de estas historias, descubrirás no solo sus rincones y secretos, sino también los monumentos, negocios y productos locales de los destinos que visites», prometen sus creadores.  

Es una forma de hacer turismo «auténtico y responsable», «basado en historias y sentimientos, mostrando la cultura y tradiciones desde dentro», sostienen. 

Jóvenes emprendedores

Detrás de la idea original de Relatidos está Ana Rodríguez, diseñadora gráfica y directora de arte retornada desde Barcelona al pueblo de Cabra del Santo Cristo.  

«Me fui a vivir a Cabra del Santo Cristo, que es un pueblo de Jaén con unos 1.700 habitantes, con catorce años. Para mí fue un cambio grande, pero ahí empecé a darme cuenta y a valorar todo lo que a nivel de riqueza cultural tiene el pueblo, también los relatos e historias de mis abuelos y de la gente mayor», explica Ana. Pero ella, como tantos jóvenes rurales, se encuentran al llegar a la edad adulta con el problema de la falta de trabajo y la salida de emigrar a las ciudades. Y si se van, «no están ahí para preservar. Desde esa inquietud empieza todo», apunta.  

La «inquietud» de Ana fue tomando forma, primero como su trabajo de fin de grado (TFG) de Bellas Artes y a continuación de la mano de un grupo multidisciplinar de jóvenes, desde ingenieros y desarrolladores de software a creadores de contenido. Junto a Ana, ese grupo lo integran Víctor Carrillo, Laura Esteban, Aitor Benito y Lucía Rodríguez.  

Víctor Carrillo, Ana Rodríguez y Lucía Rodríguez. | Relatidos

«No hemos inventado la luna, mucha gente se ha ocupado de preservar; pero creo que lo estamos sabiendo transmitir a gente joven, que es importante no olvidarnos de su papel», explica Ana.  

Tras pasar por un programa de emprendimiento y lograr financiación mediante una campaña de micro mecenazgo, Relatidos pasó de la idea al smartphone a través de la app lanzada en diciembre con contenidos de pueblos de Jaén. El primero de fuera de la provincia andaluza es Poo de Cabrales. 

En Poo de Cabrales

En la expansión hacia Asturias existe una pieza clave, otro joven también emprendedor y con una sensibilidad especial por el patrimonio local. Es historiador, se llama Hugo Fernández del Campo y desciende de Poo, pueblo con el que mantiene vivo el vínculo.  

Para su trabajo de fin de máster eligió como tema el patrimonio cabraliego, concretamente los puentes, y esa experiencia académica terminó creciendo para convertirse en el proyecto ‘Puente vieyu’, mediante el cual identificó 52 puentes y 8 caminos de interés histórico y paisajístico del concejo y se encargó de darlos a conocer.  

Hugo Fernández del Campo en Poo, durante el paseo guiado ‘El ojo de la historia’. | Gloria Pomarada

Tras terminar los estudios, fundó la consultoría Quanta Fuit, especializada en servicios de activación y protección del patrimonio cultural en el mundo rural.  

Y en ese proceso de emprendimiento con raíz en el medio rural, los caminos de Relatidos y Quanta Fuit se cruzaron. Ambos proyectos formaron parte del programa Santander X Explorer y cuando Hugo empezó «a leer un poquito» sobre Relatidos, sintió que conectaba con su idea.  

Así llegó un primer contacto a través de redes sociales, las charlas y la posterior colaboración. En Cabrales, Hugo se encargó de grabar historias contadas por vecinos de Poo, en cuya selección contó con la ayuda del grupo que organizó este año el festival ‘Cabrales de pueblo en pueblo’ en esa localidad. 

Historias de Poo disponibles en la app. | El 21

Tres son por el momento las historias de Poo disponibles en la app. María Soledad Llano, de 91 años, cuenta la primera de ellas. Lleva por título ‘Cueva de la Campanilla’ y se ubica en el puente del mismo nombre. Ese enclave, tal y como ella misma cuenta en el audio cargado en la app, servía de refugio antiaéreo durante la guerra civil. «Pasaban los aviones por arriba e íbamos a refugiarnos los del pueblu», rememora. 

La segunda de las memorias disponibles es la de Nina Blanco Castaño, de 87 años. Suya es la historia ‘El misterioso mensaje de la suegra’, un curioso testimonio sobre religión, bodas y regalos. El tercer relato lo cuenta Jesús Manuel Gutiérrez, de 70 años, quien repasa la historia de la ‘Casa de los indianos’, construida en 1773. Emigración, historias familiares y detalles sorprendentes sobre su vínculo con América son el hilo conductor de su narración oral. 

«Conectar con la capacidad de recordar y que te lo cuente una persona tiene mucho más valor», sostiene Hugo.

Hugo Fernández del Campo durante el festival ‘Cabrales de pueblo en pueblo’ de este año, en los soportales de la iglesia de Poo. | Gloria Pomarada

En estos tiempos de adicción a las pantallas, sentarse a escuchar a un vecino para recoger su testimonio es salirse del camino. Aunque el fin sea regresar a las pantallas para volcar esas historias en una app, el resultado entraña una conexión y un aprendizaje, tanto para los usuarios de Relatidos como para sus propios integrantes. 

«Cuando me siento con la persona siempre pienso que ojalá se esté transmitiendo lo que me está transmitiendo esa persona a mí. Porque realmente es un constante aprendizaje. Te das cuenta cómo en el mismo pueblo se han vivido situaciones súper distintas de ser una familia posicionada, de ser una mujer a ser un hombre, de ser un campesino… Hay vidas tan distintas de una calle a otra, de una casa a otra. Y hay tanto valor en las historias, en las anécdotas», reflexiona Ana.  

Planes de futuro

Aunque la app está ya plenamente operativa, en Relatidos saben que no es el final de su viaje, tan solo el principio. Además de incorporar más historias, entre sus planes figura incluir la gamificación, patrocinios, colaboraciones con marcas… Siempre sin «perder la esencia del proyecto». «Es súper importante que el usuario sea partícipe del proceso y que sepa que la aplicación no está terminada, que queremos que la gente participe», expone Ana. 

Gente que, como Hugo en Cabrales, colabore como «relateros» en la recopilación de historias para «llegar a más pueblos». «Nos están contactando de muchas partes de España. Ahora lo que queremos hacer es ver de qué manera acelerar esto», añade la fundadora. 

El viaje con los habitantes a las entrañas de los pueblos solo acaba de empezar.  

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