En 24 municipios asturianos el número de visitantes supera al de habitantes. Están principalmente en el oriente y el debate en torno a la masificación es ya un clásico del verano
Tiempo de lectura: 3 minutos¿Son muchos o pocos? ¿Dejan dinero o estropean Asturias? ¿Está la región masificada? Las mismas preguntas regresan cada año, preferentemente en el mes de agosto y coincidiendo con el punto álgido de la afluencia turística. Todo un clásico del verano asturiano que genera encendidos debates de uno y otro lado.
Esta última ha vuelto a ser la ‘semana de la marmota’ estival, de nuevo con detractores y defensores del turismo y controversia en torno a la regulación de un fenómeno que no es exclusivo de Asturias. Tasas como las que se aplican en Roma, Venecia, Florencia, Lisboa, Oporto… o en Cataluña y Baleares dentro del territorio nacional, llevan años en el centro del debate en la región. Opiniones abundan a favor y en contra. «No tiene ningún sentido poner una tasa turística a quien va a dormir a Yernes y Tameza», apuntaba este mismo viernes el presidente autonómico, Adrián Barbón. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ese concejo, con 135 habitantes, no registró ningún turista en agosto del pasado año.
¿Tiene entonces sentido? ¿Y en otros concejos, como los del Oriente? Para formarse una opinión con base, nada mejor que los datos. Según las cifras del INE, en Asturias fueron 24 los municipios en los que el número de turistas superó al de habitantes en agosto de 2023. El grueso, y también los mayores desfases, están en la comarca oriental: Llanes, Ribadedeva, Ribadesella, Caravia, Colunga, Villaviciosa, Parres, Cangas de Onís, Ponga, Amieva, Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja. A la lista se suman diez municipios del occidente, si bien el desajuste entre residentes y visitantes es menor: Tapia de Casariego, Castropol, San Tirso de Abres, Taramundi, San Martín de Oscos, Allande, Ibias, Somiedo, Cudillero y Muros del Nalón.
Los datos recopilados por EL 21 en este mapa corresponden a la estadística experimental con la que el INE registra la procedencia y destino de los turistas a través de la señalización de los teléfonos móviles. "Desde el inicio de este proyecto a finales de 2020 se ha trabajado de manera conjunta entre el INE y cada operadora, analizando los resultados, detectando diferencias sistemáticas y obteniendo conclusiones, hasta construir un conjunto de algoritmos que convierten los datos de posicionamiento en variables que se ajustan a las definiciones internacionales para medir los flujos turísticos", detalla el organismo autónomo sobre su metodología.
De esa labor son también fruto las cifras compiladas para cada uno de los concejos asturianos, incluidos los 59 en los cuales son más los vecinos que los visitantes en agosto. Hecho el paréntesis de los datos, regresan las preguntas. ¿Están ciertos destinos masificados? ¿Conviene aplicar algún tipo de regulación? El debate se augura largo.