El festival ‘Porrúa en bolas’ reúne en el pueblo llanisco a artistas que transforman los plásticos ganaderos bajo su particular mirada, desde odas a la vida pausada hasta homenajes a la cultura asturiana
Tiempo de lectura: 3 minutosEl pueblo llanisco de Porrúa se consolida como galería de arte de la zona rural y suma ya cuatro ediciones de su festival de intervención artística en bolas de silo, ‘Porrúa en bolas’. Las actividades en torno a esta curiosa propuesta que aúna arte y ganadería daban inicio el pasado jueves 11 con la actividad ‘Grupos & Bolas’, consistente en actividades de pintura con entidades sociales, y finalizaba este domingo al pie del aguacate de El Llacín con la charla de Lluci Miravalles y un animado ‘Vermú en bolas’ con la música en directo de Lady Llagar y El Velcro.
También los críos tuvieron su momento el viernes y si a eso sumamos los artistas inscritos para plasmar sus obras en las bolas, se hace evidente el gran museo al aire libre en el que la iniciativa de la Asociación Cultural Llacín convirtió Porrúa este fin de semana. Entre los inscritos en el festival estuvieron Inés Benito, que inspiró su arte en ‘Un día con la güela’. Raquel Lobo, en cuya obra abunda el rosa , eligió ese color como principal y se sumergió en un estampado pastoril al que dio un perfeccionista acabado.
La francesa afincada en Arriondas Eva Boilley representó la vida circular e infinita de una botella de sidra a través de unos simpáticos mapaches. Aunque tiene sus orígenes en Poo, desde Oviedo vino a participar por primera vez Sara Ojanguren con una curiosa propuesta de repetición y suma de errores. La artista traza líneas paralelas y cada pequeño error se magnifica en la siguiente línea. Con una oda a la vida pausada llamada ‘Galbana’ se presentaron Pablo y Daniel Piñera, dos primos de raíces porruanas. Aunque su idea era tener la bola terminada para el vermú, con calma y haciendo honor a su obra se conformaron con tenerla acabada antes del partido de la Selección.