La última carrera del año reúne a 750 participantes y mantiene su esencia solidaria, pues todo lo recaudado se destinará a la investigación del sarcoma de Ewing
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Deporte y solidaridad se dan la mano en la última carrera del año de Cangas de Onís. La San Silvestre 2024, disputada este domingo, reunió en la ciudad a 750 corredores, 525 de ellos en la prueba popular. La victoria en categoría absoluta fue para Juanjo Somohano y Deva Insausti.
En masculino, el cabraliego Juanjo Somohano (COA) revalidó el título de rey de la San Silvestre canguesa en una disputada final. Tras él cruzó la meta el piloñés Diego Menéndez (Asics Running), quien venía de firmar dos triunfos consecutivos: se habíá colgado el oro tanto en la San Silvestre disputada en Infiesto el viernes como en la Carrera de los Inocentes de Arriondas, este sábado. El tercer clasificado fue Borja Martínez, de La Cerezal Team.
«Íbamos un grupín controlándonos y a la altura de la iglesia quedamos Borja, Diego y yo. Diego aumentó un poco el ritmo, íbamos él y yo juntos y fuimos tirando poco a poco. Yo creo que ataqué en el punto exacto y fui cogiendo unos metros», explicó Somohano tras cruzar la meta.
En femenino, la más rápida fue la local Deva Insausti (Wolves Born to Run), que tras un segundo puesto el pasado año se hace con su primera victoria en Cangas. «Ganar en casa para mí es lo mejor del mundo. El año pasado quedé segunda y sabía que algún día la ganaría. Estoy orgullosa de todo el trabajo, es una buena forma de terminar la temporada», indicó la deportista, joven promesa del trail.
El segundo y tercer puesto en femenino absoluto fueron para Laura Menéndez (Infiesto Atletismo) y Carla Fernández Tejero (COA). El ranking de cada categoría puede consultarse aquí.
La San Silvestre canguesa tiene además un componente solidario, pues la recaudación se destina a la Asociación Todos Somos Iván, que trabaja contra el cáncer infantil. En Cangas de Onís, la cita se desarrolla bajo el título de ‘Todos somos Andrea’, en recuerdo a la joven Andrea Galán, vecina del concejo fallecida por sarcoma de Ewing en febrero de 2023. Precisamente a investigar ese tipo de cáncer en el Hospital Virgen del Rocío se entregará la recaudación íntegra de la carrera.
Más allá de la solidaridad y el deporte, la San Silvestre fue escenario del espíritu festivo que caracteriza a una de las carreras más especiales del año. Al circuito, de 4.150 metros, se lanzaron desde atletas con ansias de victoria a familias con carritos de bebés, con perros y un sinfín de disfraces, desde mandiles a camisones, gorros de Papá Noel y luces del árbol de Navidad. Todo anima para despedir el año con una buena dosis de humor y deporte.
