La localidad llanisca celebra al patrón de los animales con presencia de perros, gallinas, conejos y yeguas
Tiempo de lectura: 4 minutosLa localidad llanisca de Parres celebró este viernes 17 de enero la fiesta en honor a San Antonio Abad, conocido por aquel lugar como San Antón, un eremita egipcio que después de dar sus bienes a los pobres se retiró al desierto para llevar una vida de oración y penitencia. Antonio, testimonio de humildad, es patrón de los animales y por esa razón decenas de ellos acudieron a recibir la bendición. La mayoría eran perros pero no faltaron yeguas, conejos y gallinas. Además, los devotos se presentaron con ofrendas para ser subastadas al término de la eucaristía.
A la misa acudieron más de medio centenar de fieles, fue oficiada por el párroco Florentino Hoyos y actuó como monaguillo campanillero el niño Miguel García Vidal. De acompañar con sus voces la función religiosa se encargó el coro parroquial de Parres. El sacerdote leyó el Evangelio Mateo 19: 16-26, el llamado del ‘Joven rico’, en el que Jesús, a grandes rasgos, concluye afirmando a los apóstoles que «resultará más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos».
En su homilía, Hoyos valoró la importancia actual de las mascotas porque pueden amortiguar la sensación de soledad y transmitir emociones, aunque recordó que el hombre es el culmen en la Creación. Sin emitir ningún ladrido ni proyectar sus necesidades fisiológicas, dos decenas de canes permanecieron sosegados en el templo durante la eucaristía.
Finalizada la misa, el párroco derramó generosas gotas de agua bendita sobre perros, yeguas, gallinas y conejos, incluso por encima de un coche de reciente adquisición. Allí estaba el joven Felipe Gutiérrez Balmori, quien se presentó con dos lustrosas yeguas. No menos lozanas eran otro par de yeguas ramaleadas por Pelayo Pereira González. Había numerosos perros, la mayoría con estándar definido y otros cruzados. Me llamó la atención ‘Leo’, un Caniche Toy de cuatro meses, propiedad de Julia Otero.
La mañana festiva se dio por concluida con la subasta de las ofrendas, administrada por Raquel Díaz Caneja y conducida por Ricardo Gómez ‘Cardi’, quien era portador de un penetrante catarro que espero no tenga consecuencias para los espectadores. Los objetos de puja fueron huevos, fresas, limones, quesos, bollas, picadillo, chorizos, sidra del llagar ‘El Grillu’, arroz con leche, pantruque, rabos de cerdo, gallinas, conejos, bizcochos, tartas y borona.
El primer valiente fue el lugareño Panchin Quintana quien desembolsó 20 euros por una docena de huevos. El entusiasta Fernando Sobrino Díaz, que nunca falta a la cita, se rascó el bolsillo para adjudicarse una tarta de almendra, en 50 euros, y un bizcocho por 20. Buena compra hizo Rafa Antuña al conseguir dos gallinas ponedoras por 20 euros. La borona, para repartir entre dos familias, se remató en 70 euros. El último objeto de subasta fue la tarta aportada por Carmina Revuelta, quien confesó que llevaba como ingredientes queso mascarpone, nata, mango, maracuyá y bizcochos de soletilla.
Termino: La misa concluyó con la interpretación del cantar de la Novena de San Antonio, precioso poema de seis estrofas de cuatro versos cada una.